25 de agosto de 2010

3º Concurso / Primer lugar

Solo nosotros dos

Narrado por Alec

Aní y yo habíamos ido a pasear por el centro comercial, sus hermanos pesadilla corrían por todos lados, mientras Aní compraba unas cosas, a lo que termino, decidí sorprenderla un poco, con cuidado y en silencio me acerque a ella por la espalda y luego la habrase, ella dio un pequeño salto pero al sentirme se tranquilizo

-No me des esos sustos Alec- me regaño, acerque su cuerpo mas al mío, coloque mi rostro al nivel del suyo y moví el mío para acariciarla

- Perdonami amore mio (Discúlpame amada mía)- le susurre al oído, con un tono un poco persuasivo

-Te perdono- susurro tímidamente mientras se volteaba y su rostro se encontraba con el mío

- Oggi vi sono più radiosa che mai (Hoy estas mas radiante que nunca) – le susurre al oído, pude sentir como levemente se estremecía, me encantaba sentir cómo reaccionaba su cuerpo ante el mío, acerque mi rostro hasta de el ella y tiernamente pose mis labios sobre los de ella, era increíble la facilidad de todo, lo bien que encajaban, el beso se fue volviendo mas y mas intenso

Cercate una camera! (¡Búsquense una habitación!)- grito Santiago el cual tenía a mi hermana entre sus brazos

-No fastidies- le grito Aní

-Si… ¿no tienes nada mejor que hacer?- le pregunte

-No además de molestarte- se reí y mi hermana lo imito

-Adiós- le indique que se fueran

-a presto amore italiano (hasta pronto italiano enamorado)- se burlo mi cuñado y luego se dio la vuelta

-Mira quien hablan- murmure para mí mismo, volví a lo que estaba haciendo antes, me concentre en el amor de mi vida y acaricie su rostro, luego suavemente me acerque para posar sus labios, sin embargo ella coloco un dedo en mis labios, yo gemí por lo bajo, odiaba que hiciera eso

-Vamos a mi casa- me dijo tomo ti mano y luego llamo a sus hermanos –Niños vayan a casa cuanto terminen de comprar las cosas ¿okey?-

-Okey- dijeron en coro

-No se pongan a hacer cochinadas- nos dijo Nicolás

-¡NICO!- lo regaño, yo aguante la risa y luego Aní y yo nos fuimos caminando hasta su casa, al entrar no pude evitar ponerme a pensar miles de cosas, de la cual la mayoría no era aptas para niños –Quédate aquí… voy arriba a cambiarme- dijo, se dio a vuelta y empezó a caminar, pero la tome fuerte del brazo y la atraje a mi cuerpo, estampe mis labios en los de ellos, solo por un momento y luego la solté

-No te tardes demasiado… no soporto tenerte lejos- le susurre, ella sonrió tímidamente y subió las escaletas

Narrado por Anavel

Subí impaciente a mi habitación, cambie mi incomodo jean y suéter por un cómodo vestido manga larga color verde oscuro el vestido llegaba hasta arriba de mis rodillas, me quite las gomas que cargaba y las tire en el suelo, sin más, baje las escaleras y me encostre con el rostro de Alec, mi amado Alec, este mi miro de arriba abajo boquiabierta, luego se acerco a mí con las manos en la espalda, luego inclino su tronco a delante y acerco su rostro al mío

-¿Esto es una clase de prueba?- me pregunto un poco serio

-No comprendo- le dije tímida

-¿Qué si es una prueba?... porque parece que me estas provocando- me susurro

-No era mi intención- dije apenada mientras bajaba el rostro, pero él me lo levanto y luego poso sus labios en los míos

Narrado por Alec

Anavel tenía puesto un vestido verde oscuro, solo eso, un vestido verde oscuro manga larga, dejando al descubierto sus piernas, el vestido resaltaba su tono de piel, su cabello estaba suelo y caía en cascada sobre sus hombros…

-Tu vestido fue…- comencé –Una muy mala elección- dije serio, ella frunció las cejas

-¿De qué hablas?- me pregunto, respire profundamente, luego la cargue como si fuera un saco de papas, la lleve hasta su habitación, abrí la puerta no sé cómo y luego la recosté sobre su amplia cama, se veía tan inocente en esa posición, tan delicada, tan apetitosa, se me hizo agua la boca, y tangue con fuerza, luego me acerque a ella, la bese, de un modo suave, pero nada impido que el beso se intensificara, sin embargo ella coloco su mano en mi hombro y me separo de ella

-¿Qué haces?- me pregunto tímidamente

-Créeme que no quieres saberlo- le fui sincero

-¿Aquí… ahora?- creo que si se dio cuenta de lo que quería hacer

-¿Por qué no?... yo te amo, tú me amas… ¿me amas verdad?- le pregunte, en parte en broma, en padre enserio

-Por supuesto que si idiota- me regaño con una sonrisa, a la cual yo le conteste, luego coloco su mano en mi cuello –Te amo con locura-

-Al igual que yo a ti… y quiero demostrártelos- le susurre

-Ya lo haces- me dijo

-Sí pero no es suficiente… es que no lo entiendes, los besos y los abrazos no son suficientes- me declare

-¿Y esto dirá lo mucho que me amas?- me pregunto

-No… ni se le acerca… pero así te demuestro lo mucho que te amo, más que con cosas tan simples con besos- susurre, si me pudiera sonrojar estaría como un tomate, una cosa era cierta, era un idiota al intentar hacerla mía sin saber si ella quiere o no, pero eso sí, era un idiota enamora, el silencio se prolongo y ninguno de nosotros movió un musculo

-Di algo- exigí

-Que nuestros cuerpos hablen por nosotros- dijo ella, me quede helado, iba a permitirlo, desde hace tanto tiempo, yo podría hacerla mía, con desespero y nerviosismo

Narrado por Anavel


No podía creer lo que estaba pasando, le había dicho que si, ahora no había vuelta atrás, pero la verdad no me arrepentía, sin más ni más levante mis manos hasta llegar a su pecho, el llevaba una camisa, arriba de esta una chaqueta, unos pantalones y los zapatos, tenía que encontrar la forma de deshacerme de todo eso, con rapidez, lleve mis manos a su pecho, con ágiles movimientos tome la cremallera y la jale hacia abajo, el sonrió, se la termino de quitar y la arrojo a quien sabe dónde, abrí los ojos, los cuales estaban cerrados debido a que el me besaba, vi su rostro tan cerca del mío, que solo lograba hacer que sintiera mas necesidad de tenerlo cerca, no tenía la paciencia ni el tiempo de verlo quitarse la camisa en cámara lenta, así que la tome por la parte de atrás y la rompí, pude escuchar una leve y música carcajada, el rostro de Alec se acerco al mío y se fue a mi oído

-¿Donde está mi tierna y tímida Aní?- me pregunto, yo sonreí, era por eso que se carcajeo

-Se quedo en Francia... y ¿Donde está el sobre protesto Alec?- pregunte siguiendo el juego

-Se quedo en Italia- jugueteo -Aní... no tienes por qué hacer esto-

-Creí que habías dicho que el sobre protector de Alec estaba en Italia- bromee, el se rió pero luego se puso serio

-Aní, es enserio, si no lo deseas...- lo calle con un beso

-No tienes idea de cuánto lo deseo Lec, hazlo.... AHORA- le exigí, hasta hay llego la tímida Anavel, no podía mas tenía que tenerlo para mi sola, el rozo su mano con mi hombro, luego bajo su manos acariciando mis curvas, hasta llegar a mis muslo, se detuvo, trago saliva, estaba nervio, quizás hasta más que yo, pero en sus ojos se descostraba la gran cantidad de deseo, suspire, el coloco sus manos el mi vestido y sin más me lo quito, dejando en solo lencería francesa, de color blanco, volvió a tragar saliva

-Y yo que creí que te veías linda con el vestido... sin él, te ves a un más hermosa que mis fantasías- dijo con una nerviosa sonrisa -No puedo creer que esto sea mío- susurro acariciando mi piel semi-desnuda, ya preparada y consciente de lo que íbamos a hacer coloque mis manos en su pantalón y se lo desabroche, el se lo termino de quitar, dejándolo solo con unos ajustados bóxers, ya el mismo se había quitado los zapatos, poco a poco se nos desasimos de nuestra ropa interior y quedamos totalmente desnudos, listos para todo

Narrado por Alec

Todo había ocurrido tan rápido, ella reposaba sobre mi pecho desnudo, nos había cubierto con las sabanas de su cama, lo que acababa de ocurrir, fue algo tan increíble, nunca antes había visto algo tan hermoso, como el cuerpo desnudo de MI Aní, ella era mi, en cuerpo y alma, y eso solo logra hacer que yo fuera más feliz que nunca

-¿Te ocurre algo?- me pregunto preocupada

-Para nada- le dije con una sonrisa, luego escuche un leve sonido, casi inaudible, luego la manilla de la puerta se abrió y aparecieron Ben y Nico, perfecto, simplemente perfecto

-¿¡Que parte de no hagan cochinadas no entendieron!?- nos dijo Nicolás, tome una de las almohadas de la cama y se las arroje obligándolos a cerrar la puerto, luego la volvieron a abrir

-Okey, okey... sigan "con lo suyo"- nos dijo Benjamín, yo gruñí por lo bajo, pero Aní se carcajeo musicalmente

-Ah... ¿Te da risa eh?- la regañe, ella me tomo del cuello y me beso, fue dulce y suave

-No importa... solo importamos nosotros dos- susurro con una sonrisa

-Solo nosotros dos- le repetí para luego volver a besarla...

1 comentario:

  1. hola! estoy empezando un nuevo blog y me gustaria que lo vieras y me dices que piensas:/daniellalovestory.blogspot.com/

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